Sucede que con técnicas modernas de inspección, que incluyen desde Rayos X hasta luz ultravioleta (la luz que vemos en clubes nocturnos y que hacen que nuestros dientes brillen en la oscuridad), ya es posible descifrar no solo cuáles eran los patrones de pinturas originales, sino que incluso los colores mismos que adornaban estas obras maestras.
Lo mas sorprendente del caso (al menos para mi), es que esas estatuas (y demás esculturas) no eran pintadas de un color sólido (o dejadas sin pintar), sino que los griegos en realidad trataban de emular la vida real pintando sus estatuas de manera que parecieran fotografías vivas, cosa que nos da una nueva perspectiva de estas obras.

Viendo estas obras bajo este nuevo espectro, me pregunto si volveré a ver las películas de Hollywood ambientadas en la vieja grecia con los mismos ojos, pues todas ellas (y creo sin excepción) muestran siempre estatuas y todo tipo de esculturas en la forma que las vemos actualmente. Sería interesante si algún director (o directora) que firmase algún épico de la antigüedad en los próximos años tomara estas consideraciones a la hora de filmar su película...
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