El pasado mes de mayo de este año internacional de la Astronomía, se celebró el décimo aniversario del programa de computación compartida SETI@home, el cual se dedica a la búsqueda de inteligencias extraterrestres (SETI: Search for ExtraTerrestrial Intelligence). El programa SETI@home ha conseguido que más de cinco millones de voluntarios cedan tiempo de cálculo de sus ordenadores personales, enlazados en una gigantesca red, para analizar las señales de radio supuestamente emitidas al espacio exterior por otras civilizaciones. Se ha logrado así generar el superordenador virtual más potente del planeta, que ya ha efectuado el equivalente de tres millones de años de tiempo de cálculo analizando señales extraplanetarias, por el momento sin resultado.
El problema de la existencia de otras civilizaciones en nuestra galaxia y el Universo entero no ha sido solo considerado por autores de ciencia ficción, sino también por científicos de primer nivel. Uno de ellos fue nada menos que el físico italiano Enrico Fermi (1901–1954) conocido por su contribución al desarrollo del primer reactor nuclear. Fermi fue galardonado con el premio Nobel de Física en 1938 por su trabajo sobre la radioactividad artificial y es considerado uno de los científicos más importantes de la historia.
Seguramente Fermi es menos conocido por su paradoja sobre las civilizaciones en el Universo. Esta paradoja enunciada en una conversación casual durante una comida con sus colegas, en 1950, viene a decir que si nuestra galaxia fuera abundante en otras civilizaciones, entonces ¿por qué no han contactado con nosotros todavía, ni siquiera mediante sondas espaciales robotizadas, como las que enviamos a otros planetas del sistema solar y más allá?
¿Paradoja o locura?
Algunos pensarán que dicha paradoja no es tal, porque, en realidad, las civilizaciones extraterrestres ya nos han descubierto e incluso ciertos de sus miembros, como los de la antigua serie “Los Invasores”, habitan entre nosotros (si es así, se han debido dar cita todos en las universidades españolas). Otros están convencidos de que los OVNIs (Objetos Volantes No Identificados) son naves extraterrestres tripuladas por ETs. Pero lo cierto es que carecemos de evidencia seria alguna en apoyo de estas interesantes hipótesis.
Volviendo a Fermi, si no crees en los OVNIS, podrás pensar que o bien hay que ser un gran científico o bien estar muy loco para enunciar semejante idea, porque lo normal, con mucho, es que las civilizaciones extraterrestres no nos visiten. Pero Fermi era un gran científico. Sabía lo que decía y, lo más importante, quienes le escuchaban tenían fe en su intelecto. Por esta razón su pregunta fue analizada con más detalle.
Y los análisis realizados por varios científicos de primer nivel revelaron que la pregunta de Fermi plantea, en efecto, una paradoja, aún no resuelta. La razón es la siguiente: supongamos que una civilización tecnológicamente avanzada descubre la manera de viajar por el espacio y de colonizar otros planetas. Supongamos que envía un grupo de colonos a los planetas de una o dos estrellas más cercanas. Después de que las colonias se han establecido en esos planetas, éstas envían a su vez nuevos colonos a los planetas de las estrellas más cercanas. Igualmente, tras su asentamiento, estas colonias envían de nuevo más colonos a las estrellas más próximas…
¿Por qué ET no ha venido aún?
Es fácil visualizar que si sucediera esto, cada civilización enviaría una “ola” de colonos desde su planeta de origen. ¿Cuánto tiempo tardaría esa “ola” en llegar hasta nosotros, partiendo de cualquier punto de la galaxia?
Para responder a esta pregunta, podemos ser todo lo generosos que queramos con nuestras suposiciones. Consideremos, por ejemplo, que los planetas colonizados se encuentran a una distancia media de diez años–luz (la distancia recorrida por la luz en diez años, que es de alrededor de 95 billones de Km.). Supongamos que las naves espaciales viajan a una velocidad media de solo el 10% de la velocidad de la luz (nuestros ingenieros ya han diseñado sobre el papel naves que podrían viajar al doble de esa velocidad). Por último, supongamos que transcurren cuatro siglos desde el establecimiento de una nueva colonia hasta que se envía una segunda a otro planeta cercano. Con estos parámetros es fácil calcular que cualquier civilización habría podido colonizar la galaxia entera en solo ¡cinco millones de años!, es decir, menos tiempo del empleado en la evolución de la humanidad desde nuestro ancestro común con el chimpancé.
Y es que cinco millones de años es un tiempo ridículo comparado con la edad de la galaxia, que puede rondar los diez mil millones de años. Por esta razón, podemos incluso suponer una velocidad de colonización más lenta sin que el resultado final cambie demasiado. Por ejemplo, podemos suponer que cada etapa colonizadora dura, en lugar de cuatrocientos, cinco mil años, un tiempo similar al desarrollo de la civilización humana desde sus albores. En este supuesto, la colonización de la galaxia sucedería en cincuenta millones de años, en lugar de cinco, lo que sigue siendo un tiempo muy pequeño comparado con la edad de la galaxia.
Así pues, podemos concluir que la primera civilización con la suficiente capacidad tecnológica para entablar viajes interestelares habría colonizado la galaxia de una manera casi instantánea comparada con la edad de la misma. Es decir, una sola civilización habría podido colonizar la galaxia entera antes incluso de que otras civilizaciones competidoras tuvieran tiempo de evolucionar. Si en lugar de una sola civilización suponemos la existencia de varios miles de ellas, concluimos que toda la galaxia debería estar colonizada desde hace muchos, muchos, millones de años. Esto podría haber sucedido, además, varias veces a lo largo de la historia de la galaxia. Sin embargo, no hemos podido descubrir evidencia objetiva alguna de que la Tierra haya sido colonizada en el pasado, o esté siendo visitada ahora.
¿Somos pues la primera civilización de la galaxia? ¿Acaso es imposible colonizar el espacio exterior? El tiempo lo dirá. Para reducirlo, te animo a que concedas tiempo de cálculo de tu ordenador al programa SETI@home (http://setiathome.ssl.berkeley.edu).
1 comentario:
Evidencia de vida extraterrestre hay en todas partes del planeta, por algo la frase de "el que tenga ojos para ver, vea" es acertada; de hecho hay un registro histórico que dice: "Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden.De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dijo: De oído oiréis, y no entenderéis; Y viendo veréis, y no percibiréis"
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