viernes, 24 de julio de 2009

¿Somos los unicos habitantes del Universo?


El pasado mes de mayo de este año internacional de la Astronomía, se celebró el décimo aniversario del programa de computación compartida SETI@home, el cual se dedica a la búsqueda de inteligencias extraterrestres (SETI: Search for ExtraTerrestrial Intelligence). El programa SETI@home ha conseguido que más de cinco millones de voluntarios cedan tiempo de cálculo de sus ordenadores personales, enlazados en una gigantesca red, para analizar las señales de radio supuestamente emitidas al espacio exterior por otras civilizaciones. Se ha logrado así generar el superordenador virtual más potente del planeta, que ya ha efectuado el equivalente de tres millones de años de tiempo de cálculo analizando señales extraplanetarias, por el momento sin resultado.

El problema de la existencia de otras civilizaciones en nuestra galaxia y el Universo entero no ha sido solo considerado por autores de ciencia ficción, sino también por científicos de primer nivel. Uno de ellos fue nada menos que el físico italiano Enrico Fermi (19011954) conocido por su contribución al desarrollo del primer reactor nuclear. Fermi fue galardonado con el premio Nobel de Física en 1938 por su trabajo sobre la radioactividad artificial y es considerado uno de los científicos más importantes de la historia.

Seguramente Fermi es menos conocido por su paradoja sobre las civilizaciones en el Universo. Esta paradoja enunciada en una conversación casual durante una comida con sus colegas, en 1950, viene a decir que si nuestra galaxia fuera abundante en otras civilizaciones, entonces ¿por qué no han contactado con nosotros todavía, ni siquiera mediante sondas espaciales robotizadas, como las que enviamos a otros planetas del sistema solar y más allá?

¿Paradoja o locura?

Algunos pensarán que dicha paradoja no es tal, porque, en realidad, las civilizaciones extraterrestres ya nos han descubierto e incluso ciertos de sus miembros, como los de la antigua serie “Los Invasores”, habitan entre nosotros (si es así, se han debido dar cita todos en las universidades españolas). Otros están convencidos de que los OVNIs (Objetos Volantes No Identificados) son naves extraterrestres tripuladas por ETs. Pero lo cierto es que carecemos de evidencia seria alguna en apoyo de estas interesantes hipótesis.

Volviendo a Fermi, si no crees en los OVNIS, podrás pensar que o bien hay que ser un gran científico o bien estar muy loco para enunciar semejante idea, porque lo normal, con mucho, es que las civilizaciones extraterrestres no nos visiten. Pero Fermi era un gran científico. Sabía lo que decía y, lo más importante, quienes le escuchaban tenían fe en su intelecto. Por esta razón su pregunta fue analizada con más detalle.

Y los análisis realizados por varios científicos de primer nivel revelaron que la pregunta de Fermi plantea, en efecto, una paradoja, aún no resuelta. La razón es la siguiente: supongamos que una civilización tecnológicamente avanzada descubre la manera de viajar por el espacio y de colonizar otros planetas. Supongamos que envía un grupo de colonos a los planetas de una o dos estrellas más cercanas. Después de que las colonias se han establecido en esos planetas, éstas envían a su vez nuevos colonos a los planetas de las estrellas más cercanas. Igualmente, tras su asentamiento, estas colonias envían de nuevo más colonos a las estrellas más próximas…

¿Por qué ET no ha venido aún?

Es fácil visualizar que si sucediera esto, cada civilización enviaría una “ola” de colonos desde su planeta de origen. ¿Cuánto tiempo tardaría esa “ola” en llegar hasta nosotros, partiendo de cualquier punto de la galaxia?

Para responder a esta pregunta, podemos ser todo lo generosos que queramos con nuestras suposiciones. Consideremos, por ejemplo, que los planetas colonizados se encuentran a una distancia media de diez años–luz (la distancia recorrida por la luz en diez años, que es de alrededor de 95 billones de Km.). Supongamos que las naves espaciales viajan a una velocidad media de solo el 10% de la velocidad de la luz (nuestros ingenieros ya han diseñado sobre el papel naves que podrían viajar al doble de esa velocidad). Por último, supongamos que transcurren cuatro siglos desde el establecimiento de una nueva colonia hasta que se envía una segunda a otro planeta cercano. Con estos parámetros es fácil calcular que cualquier civilización habría podido colonizar la galaxia entera en solo ¡cinco millones de años!, es decir, menos tiempo del empleado en la evolución de la humanidad desde nuestro ancestro común con el chimpancé.

Y es que cinco millones de años es un tiempo ridículo comparado con la edad de la galaxia, que puede rondar los diez mil millones de años. Por esta razón, podemos incluso suponer una velocidad de colonización más lenta sin que el resultado final cambie demasiado. Por ejemplo, podemos suponer que cada etapa colonizadora dura, en lugar de cuatrocientos, cinco mil años, un tiempo similar al desarrollo de la civilización humana desde sus albores. En este supuesto, la colonización de la galaxia sucedería en cincuenta millones de años, en lugar de cinco, lo que sigue siendo un tiempo muy pequeño comparado con la edad de la galaxia.

Así pues, podemos concluir que la primera civilización con la suficiente capacidad tecnológica para entablar viajes interestelares habría colonizado la galaxia de una manera casi instantánea comparada con la edad de la misma. Es decir, una sola civilización habría podido colonizar la galaxia entera antes incluso de que otras civilizaciones competidoras tuvieran tiempo de evolucionar. Si en lugar de una sola civilización suponemos la existencia de varios miles de ellas, concluimos que toda la galaxia debería estar colonizada desde hace muchos, muchos, millones de años. Esto podría haber sucedido, además, varias veces a lo largo de la historia de la galaxia. Sin embargo, no hemos podido descubrir evidencia objetiva alguna de que la Tierra haya sido colonizada en el pasado, o esté siendo visitada ahora.

¿Somos pues la primera civilización de la galaxia? ¿Acaso es imposible colonizar el espacio exterior? El tiempo lo dirá. Para reducirlo, te animo a que concedas tiempo de cálculo de tu ordenador al programa SETI@home (http://setiathome.ssl.berkeley.edu).

viernes, 17 de julio de 2009

De Verdad fuimos a la Luna




Cualquiera puede hacer la prueba. Si escribimos Luna y Teoría de la Conspiración en el buscador de Google, aparecen con 320.000 referencias, lo que nos permite hacernos una idea de hasta qué medida está extendida la fantasía de que el ser humano nunca aterrizó en nuestro principal satélite y cuál es la controversia que el asunto desata. Los partidarios de que el viaje fue un fraude preparado por el Gobierno de EE.UU. y la NASA están convencidos de que el Apolo XI era en realidad una nave de cartón piedra y de que las imágenes de televisión que asombraron y emocionaron a millones de personas en todo el mundo hace ahora cuarenta años (20 de julio de 1969) no eran más que el resultado de un burdo montaje rodado en un plató de televisión.

Para avivar su teoría paranoica, los convencidos dan múltiples explicaciones: sombras irregulares, una bandera de barras y estrellas que ondea cuando no debería hacerlo, una nave sin capacidad suficiente para transportar todos esos vehículos espaciales que rodaban por el suelo selenita... Los argumentos para sembrar dudas pueden ser fascinantes, pero no se sostienen en cuanto los ilumina la luz de la razón. Cansado de escuchar leyendas y alusiones conspirativas, el físico sevillano Eugenio Fernández Aguilar decidió recogerlas en el libro «La conspiración lunar ¡vaya timo!» (Laetoli) para refutarlas con su debida explicación científica. Estas son algunas de las más conocidas:
-La bandera ondea, cuando no debería porque en la Luna no hay atmósfera:
«Es el argumento más repetido y el más fácil de desmontar», asegura Fernández Aguilar. «Y es cierto, no puede ondear en un ambiente en el que no hay atmósfera, pero es que no ondea». Según explica, «se trata de un error de percepción, ya que vemos la fotografía de la bandera y creemos que ondea, pero no es así». Lo que ocurrió es que los astronautas, que ya sabían lo que se iban a encontrar, colocaron la enseña de tal forma que diese sensación de movimiento. «En la parte superior había una especie de travesaño horizontal para que la tela no cayera. Ya se sabe, es el orgullo americano».

Un físico español desmonta los bulos que niegan los viajes a la Luna
Aldrin camina ante un fondo sin estrellas / AP/N. Armstrong/ NASA
-En las imágenes del paseo lunar no se ven las estrellas:
En la Tierra, si hacemos una fotografía del cielo con nuestra cámara, «el tiempo de exposición es tan pequeño y la luz tan tenue que no da tiempo a que la luz de las estrellas entre en la película». En la Luna, «ocurre lo mismo. La claridad es tremenda de día y de esa forma no se pueden captar las estrellas». En las fotografías de la Estación Espacial Internacional (ISS) y los paseos espaciales en los transbordadores «nunca se ven las estrellas por la misma razón».

-Las sombras de los astronautas y de los objetos no son paralelas cuando deberían serlo:
«Si cogemos dos palos y los ponemos uno al lado del otro, veremos sus sombras paralelas. Pero si pasamos esa imagen en tres dimensiones a una fotografía o a un monitor, a las dos dimensiones, entra la variable de la perspectiva y parece que se cortan en la lejanía».

-La retransmisión del alunizaje y el paseo espacial fue rodada en un plató por Stanley Kubrick:
Es posiblemente la hipótesis más alucinante, y lo más curioso es lo absurdo de su origen. «La idea viene de un documental, 'Operación Luna', dirigido por William Karel y que emitió la cadena francesa Arte », explica el autor. «Cuando vi el documental, me quedé espantado. No me lo podía creer: aparecían agentes de la CIA y ex empleados de la NASA que reconocían que el viaje a la Luna era un montaje. No fue hasta que leí los títulos de crédito que me di cuenta de que el vídeo era un divertimento, un juego». Lo cierto es que el propio director admitió que la película era una invención, que se trataba tan sólo de una especie de broma experimental. De hecho, incluye tomas falsas de las mentiras y música cómica. Hasta los nombres de los entrevistados son inventados «y coinciden con personajes de películas de Kubrick».Para más inri, se emitió en día de los Santos Inocentes en muchos países. Sin embargo, «muchos lo dieron por cierto. Las tonterías son más fáciles de entender que aquello que te obliga a pensar».

Un físico español desmonta los bulos que niegan los viajes a la Luna
Ingenieros norteamericanos posan con al maqueta de un Rover lunar en 1965 / ABC
-El coche lunar es demasiado grande y no pudo ser trasladado en la cápsula espacial:
«El planteamiento es idiota». Fernández Aguilar no puede sino reirse. «El Rover, el vehículo lunar, estaba plegado. Es como un mueble de Ikea. Hay vídeos muy interesantes en los que se ve cómo se despliega y se le colocan las cuatro ruedas y otros componentes».
Si las hipótesis conspirativas son tan fáciles de refutar, ¿por qué creemos en cosas raras? «El ser humano tiende a creer lo fácil, aquello en lo que no tenga que pararse cinco minutos para pensar», dice el autor. «Quizás tenga que ver con la cultura de lo inmediato», añade, aunque existe otro componente psicológico: «No creemos las versiones oficiales para no sentirnos como títeres y huir del rebaño. En España, esto se acrecienta con el rechazo que a algunos les produce todo lo que viene de Estados Unidos». Además, con los misterios «también se hace negocio». Como contrapartida, la NASA «es muy transparente y ofrece gratis muchos de sus materiales».
-¿Y qué es lo más estúpido que ha escuchado sobre la llegada a la Luna?

Un físico español desmonta los bulos que niegan los viajes a la Luna
Eugenio Fernández Aguilar, autor de «La conspiración lunar ¡vaya timo!»/ EFE
-Lo más bobo lo escuché una vez en una radio mexicana. Un locutor negaba que el Hombre hubiera llegado a la Luna y daba como prueba que el tercer astronauta, Michael Collins, salía de la Tierra sin bigote y volvía con un bigote «a todo dar». ¿Pero qué sentido tiene eso? ¿Acaso en la Luna no puede crecer el bigote? Es de lo más absurdo.

jueves, 16 de julio de 2009

Se acabo el gran Hermano en Marte


.Cuatro rusos, un francés y un alemán salen de la nave con la sonrisa por delante tras haber permanecido 105 días completamente aislados. Se trata de la primera simulación de un vuelo al planeta rojo que persigue probar la compatibilidad psicológica de los tripulantes.

Bajo la pancarta 'Damos la bienvenida a los primeros visitantes de Marte', las seis 'cobayas' humanas saludan a los periodistas. Tres chicas les entregan ramos de flores a los cosmonautas de pega, mientras al fondo se oyen los sones rimbombantes de canciones patrióticas.

Después de tres meses de encierro, a los cosmonautas les esperaba la encerrona de la prensa. El calor atosigante de Moscú (de unos treinta grados) y la falta de aire acondicionado se conjugan para crear una atmósfera irrespirable en la 'nave' que acoge los cinco módulos forrados de madera de roble donde se desarrolló el experimento.

Tras las felicitaciones de rigor, los voluntarios se someten a un examen médico, después de lo cual dio comienzo la rueda de prensa junto a un retrato de Yuri Gagarin, el primer hombre en el espacio, con una paloma en la mano.

Lucha contra la monotonía

¿Qué fue lo más difícil durante el asilamiento? "La monotonía. La monotonía del trabajo constante", declara Oleg Artiomov, cosmonauta de 37 años y piloto de pruebas del consorcio espacial Energuia. El médico Alexei Shpakov reconoce que lo más difícil para él fue saber que la misión "no era un vuelo real". Por su parte, el voluntario alemán, Oliver Knickel (seleccionado por la Agencia Espacial Europea), dice que "las diferencias de mentalidad" derivadas de las distintas nacionalidades de los voluntarios "no supusieron ningún obstáculo".

Como prueba del buen rollo que gobernó los días de encierro, Olivier revela que celebraron su cumpleaños con un banquete por todo lo alto ("hubo mucha ensalada") e incluso uno de ellos se animó a tocar la guitarra (punto que parece no haber minado la moral del grupo).

El piloto francés Cyrille Fournier reconoce que aún no sabe qué hará con el dinero [cada uno de ellos ha recibido 15.000 euros], después de lo cual Shpakov puntualiza: "el dinero no fue la motivación principal". Aunque está previsto que hoy mismo regresen a sus casas, cada dos días deberán acudir a las instalaciones del Instituto para someterse a un chequeo médico. Aunque el tabaco y los teléfonos móviles estaban prohibidos, los voluntarios han podido disponer de libros, películas y ordenadores portátiles durante el encierro.

Habrá mujeres en la segunda fase del experimento

Según los responsables del experimento, los voluntarios están en perfectas condiciones y todo el experimento se desarrolló según el plan (con simulaciones de averías incluidas). Interpelados por la ausencia de mujeres en el equipo, los jefes de la misión (financiada en su mayor parte por la Agencia Espacial Rusa) afirman que la selección de voluntarios se hizo sin afán discriminador, y que seguramente habrá mujeres en la segunda fase del experimento 'Mars 500', que consistirá en el encierro de seis voluntarios durante 520 días.

lunes, 13 de julio de 2009

Comienza a funcionar el primer laboratorio submarino de España



El primer laboratorio submarino de España, el Observatorio Submarino Expandible (OBSEA), instalado a tres millas de la costa de Vilanova i la Geltrú, a 20 metros de profundidad, transmite en tiempo real a los laboratorios de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) series de datos recogidos en el suelo marino, lo que permite estudiar el fondo del Mediterráneo a través de Internet. Esta plataforma submarina pionera, instalada por el buque oceanográfico Sarmiento de Gamboa del CSIC el pasado mes de junio, ha superado con éxito los dos primeros meses de prueba.
La plataforma permitirá estudiar desde tenues variaciones en la temperatura y/o salinidad para comprobar la calidad del agua, a señales acústicas procedentes de fuentes naturales o antropogénicas para evaluar la contaminación acústica, así como la contaminación por residuos o el tránsito marítimo. El observatorio registrará procesos del mundo submarino de forma permanente

El observatorio puede aportar datos relevantes a su vez para el estudio del cambio climático, las interacciones físicas, químicas y biológicas que afectan a los organismos y ecosistemas marinos, los efectos ambientales provocados por los medios de transporte marítimos y el tránsito de los barcos en el puerto y la seguridad en el transporte de mercancías, etc.

jueves, 9 de julio de 2009

Secuenciado el quinto genoma humano

La secuenciación de un genoma humano será pronto un proceso rutinario. Tras presentarse en 2001 el primer borrador, todo un hito científico anunciado a bombo y platillo por dos presidentes de Gobierno (Bill Clinton y Tony Blair), sólo se han secuenciado cuatro genomas de personas sanas. Hoy se publica en Nature el quinto, que aporta una valiosa información sobre la estructura de los genes y la variabilidad genética al compararlo con los cuatro precedentes. Aunque de momento se cuentan con los dedos de una mano, los investigadores anticipan que en los próximos años se descifrarán miles de genomas individuales.

lunes, 6 de julio de 2009

Industria empieza a repartir de bombillas gratuitas de bajo consumo


El Ministerio de Industria ha iniciado este lunes el reparto masivo de más de 20 millones de bombillas gratuitas de bajo consumo en toda España, en una medida con la que se aspira a recortar en un 0,7% el consumo eléctrico del país.

  • Los usuarios recibirán con su factura eléctrica un bono canjeable.
  • En las cinco comunidades donde ya se ha puesto en marcha la medida, los consumidores ya han canjeado el 40% de los bonos por bombillas.
  • El ministerio cree que las bombillas ahorrarán 1.200 millones

viernes, 3 de julio de 2009

18 segundos

He visto por ahí este corto y me ha gustado, creo que a veces las leyes que rigen nuestro destino son puro azar.


La ECOPOLIZA


MMT Seguros ha presentado hoy su "Ecopóliza" por la que se quiere pontenciar el uso responsable del automóvil


La aseguradora plantará un árbol por cada póliza que se contrate con el fin de compensar las emisiones de CO2 del coche.

Además, los conductores podrán realzar cursos de conducción ecológica a cargo del ex piloto Emilio de Villota, con el fin de conseguir un ahorro de consumo y reducir las emisiones de CO2.

Por último, y con el fin de promover la movilidad ecológica, también se regalará a los clientes que adquieran este producto una bicicleta

¿por qué existe algo en lugar de no existir nada?


Los intelectuales no científicos se defienden de los embates de la ciencia diciendo que existen preguntas cuya respuesta la ciencia nunca podrá responder. Una de esas preguntas puede ser: ¿por qué existe algo en lugar de no existir nada? La respuesta a esta pregunta permitiría explicar la existencia del mismo dios y, en todo caso, de todo lo que existe en el Universo, haya sido creado por un dios o no. Pero, dicen, esto se encuentra fuera del alcance de la ciencia.

Es cierto que intentar responder esta pregunta nos conduce a una regresión lógica infinita. Si lo que existe posee una causa anterior, entonces esa causa existe, en lugar de no existir. Nos podemos preguntar entonces por qué existe esa causa para lo que existe, en lugar de no existir nada. De nuevo, si esa causa para lo que existe posee una causa anterior, podremos preguntarnos por qué existe una causa para la causa de lo que existe, en lugar de no existir nada. Y así podemos seguir preguntándonos hasta el infinito. Te dejo que lo hagas si lo deseas. Yo tengo mejores cosas que hacer y, para empezar, voy a continuar escribiendo este blog.

Como no parece razonable negar que algo exista, ya lo dejó claro el filósofo Descartes con su “pienso luego existo” (uno puede estar seguro de que, por lo menos, uno existe, aunque pueda dudar de la existencia del resto del Universo y, en particular, de lectores de periódicos), tendremos que aceptar que o bien algo ha existido siempre, o bien algo comenzó a existir sin causa alguna. Y sobre esto hay poco que la ciencia pueda decir. ¿O no?

La ciencia del ser o no ser

Y bien, no. La ciencia tiene bastante que decir. Agárrate que vamos a ello, y te aseguro que hoy, si acaso existes, te vas a marear.

Desde los descubrimientos de Albert Einstein sobre el Universo, sabemos que materia y energía son equivalentes. Ambas son, en realidad, dos caras de la misma moneda. Su famosa ecuación, E=mc2, nos dice que la materia puede convertirse en energía, y la energía, en materia. La realidad de esta ecuación ha sido comprobada de forma dramática con la explosión de bombas atómicas de fisión o fusión nucleares, en las que la materia se convierte en energía. Menos conocido, aunque no menos espectacular, es el hecho de que, en los laboratorios de física, también se ha conseguido transformar energía en materia. En estos experimentos se ha logrado crear, entre otras cosas, un electrón y su antipartícula, el positrón, a partir de rayos gamma de alta energía, que son, en realidad, rayos de luz. Donde hay luz, hay materia. La ciencia ha proporcionado, así, un nuevo e insospechado sentido a las palabras “hágase la luz”.

Muy bien, pero ¿cuánta materia existe en el Universo? Ésta es una pregunta que la ciencia sí puede responder. Los cálculos actuales indican que el Universo observable contiene 10 elevado a 50 (1050) toneladas de materia, es decir, un uno seguido de cincuenta ceros de toneladas. Es muchísima materia y, por tanto, muchísima energía.

Pero además de materia, el Universo contiene también energía inmaterial. En realidad, contiene “energía negativa”, es decir, energía que hace falta aportar para dejarlo en equilibro. Me intentaré explicar.

Toda la materia del Universo se atrae entre sí debido a la fuerza de la gravedad. Todos los cuerpos del Universo, galaxias, estrellas, planetas, satélites, asteroides, polvo estelar, etc., ejercen una atracción gravitatoria sobre todos los demás. A pesar de que la gravedad disminuye con el cuadrado de la distancia, esto suma un montón de atracción gravitatoria total. Lograr la separación de toda la materia del Universo necesitaría de un gran trabajo, para el cual el adjetivo hercúleo se queda tan corto como el menor pelo de la lengua. Este gran trabajo requeriría, por supuesto, el aporte de gran energía. Es indudable que para separar a la Luna de la órbita de la Tierra haría falta mucha energía; y para separar a Júpiter de la órbita del Sol, aún más. Pero ¿cuánta energía haría falta para separar a toda la materia del Universo hasta que su atracción gravitatoria fuese nula?

  • Ser o antiser, ésa es la cuestión

Antes de responder a esta pregunta, hay que puntualizar que la energía necesaria para separar a toda la materia del Universo es la misma que la que se hubiera supuestamente desprendido al acercar desde el infinito la materia hasta donde se encuentra ahora. Recordemos que la energía desprendida puede convertirse en materia, mientras que es necesario convertir materia en energía para realizar un trabajo.

Y bien, los cálculos de la energía necesaria para separar a todos los objetos y materia del Universo de su atracción mutua indican que se necesitaría la energía contenida en 1050 (10 elevado a 50) toneladas de materia. Es decir, ¡se necesitaría convertir en energía toda la materia del Universo para separar de su atracción a toda la materia del Universo y alcanzar así un equilibrio homogéneo! Evidentemente, en ese caso nos quedamos en nada, cero, nothing, rien.

  • Como materia y energía son equivalentes, podemos decir, pues, que la energía neta del Universo es cero y que la materia neta es, igualmente, nula. Lo que existe como materia lo hace a expensas de la “energía negativa” (que algún día quizá haya que devolver “disolviendo” la materia). En tanto que materia, existimos, pues, como meras hipotecas de energía prestada. Somos simples oscilaciones entre la energía positiva (la materia) y la energía negativa (la desprendida por la materia al atraerse entre sí), aunque la energía neta del Universo y, por tanto, también la materia neta del mismo, es, como hemos dicho, cero.

Así pues, a la pregunta ¿por qué existe algo en lugar de no existir nada? la ciencia responde con la afirmación de que, en realidad, no existe nada. Somos solo fluctuaciones de la nada (que sería el equilibrio perfecto) entre el “ser” (energía positiva, o materia) y el “antiser” (energía negativa). Los dos suman cero en el Universo entero.

Si entiendes todo esto, háztelo mirar urgentemente por el mejor especialista. En todo caso ya te advertí de que te ibas a marear. ¡Es que no somos nada!

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